De Guadalaviar a triunfar en la moda, el viaje que Rocío Sanchis nunca imaginó: «Por fin he tocado las piezas adecuadas»
Valenciana y con alma emprendedora, la joven abrió la primera tienda de su firma en Madrid hace tan sólo siete meses. Sus accesorios artesanales y piezas vintage han conseguido hacerse un hueco en el difícil sector de las invitadas
Rocío Sanchis es una joven que acaba de empezar en el mundo de la moda, y a pesar de su corta trayectoria, ya tiene un ... hueco en un mercado tan complicado como es el madrileño.
Has nacido en Valencia, ¿dónde estudiaste y en qué barrio creciste?
Estudié en el colegio Guadalaviar y he vivido toda mi vida en la zona del Mercado Colón. Estuve estudiando un año en Inglaterra, otro en Francia y con 17 años me fui a estudiar la carrera de ADE y Derecho en Madrid.
¿Cómo nació tu firma?
Ro nació mientras estudiaba. Cuando eliges carrera, todavía no sabes quién eres y es en la carrera que empecé a conocerme a mí misma. Encontré que tenía, por un lado, el gen emprendedor herencia de mi familia, y luego una muy parte creativa, que estaba dejando de lado con la carrera. Y fue así como encontré en esto un pequeño oasis, algo que empezó siendo como un respiro y que se ha convertido ahora en mi proyecto de vida. Al principio lo compaginaba trabajando en real estate, pero llegó un momento que tuve que elegir. Cuando dejé el trabajo me puse a estudiar corte y confección de alta costura en Madrid y el pasado abril lancé mi primera colección de vestidos made in spain. Fue todo un aprendizaje y es algo que me gustaría retomar en algún momento, pero por ahora estoy más enfocada en la parte de complementos.
Hoy en día las redes sociales son clave para dar visibilidad a cualquier marca, y en tu caso parece que jugaron un papel importante desde el principio ¿cómo fueron esos inicios?
Instagram me funcionó muy bien desde el principio, sobre todo porque no había tanta oferta como ahora. Por ahí empecé vendiendo pendientes y un poco más tarde lancé mi producto estrella, las gargantillas, que fueron todo un éxito. En aquel entonces vivía en un en colegio mayor y mis amigas eran cada una de una ciudad, lo que también ayudó al boca a boca. Eso, junto a mis amigas de Madrid de la universidad y las redes sociales, hizo que todo fuese muy rápido al principio.
Y ahora la firma está viviendo uno de sus mejores momentos, ¿ha habido algún punto de inflexión que haya marcado un antes y un después en este recorrido?
Esta temporada está siendo una pasada y creo que se debe a una conjunción de piezas que han encajado. Llevo todos estos años trabajando muchísimo y creo que por fin estoy tocando las teclas adecuadas. Esta siempre es la época más fuerte para una firma como la mia, pero además el abrir tienda en Madrid, la gran acogida de otros productos como los sombreros o los bolsos vintage, que han gustado muchísimo y me han ayudado mucho a posicionarme… Luego también las influencers, gente que no solo apuesta por la marca una vez sino que además vuelve a confiar más adelante, lo que me está permitiendo crear un consumidor fiel. Lo que a la gente le gusta mucho es que sabe que viene aquí con un vestido para un evento y puede encontrar todos los accesorios, además muy especiales, para completar el look.
Hace poco abriste tu primera tienda en Madrid…
Hace siete meses, en la calle Amador de los Ríos número 6 y estoy super feliz, la acogida ha sido increíble. La tienda le ha dado un componente súper especial a la marca a la hora de comunidad, el contacto directo con el cliente es un valor diferencial, lo hace todo mucho más humano, y tengo la oportunidad de ver y de escuchar qué es lo que funciona, qué es lo que no. También me ha dado mucha seguridad en mi misma para hacer ciertas cosas, que me hacía falta.
¿De dónde viene esa pasión por la moda?
Vengo de una casa de mujeres en la que además de tener un sentido de la estética les ha gustado mucho la joyería, y la joyería antigua y artesana. Crecer con eso desde pequeña hace que se te eduque el ojo. Además, haber nacido en Valencia para mí es una suerte. Me he criado rodeada de orfebrería valenciana, de espolines… Sorolla es mi pintor favorito y me inspira mucho a la hora de crear mis piezas. Tengo unos pendientes esmaltados con forma de flor de azahar, la flor del naranjo y fue porque un día estaba paseando con mi madre y con mi abuela, después de haber merendado una horchata y estaba abierta la puerta del patio de los naranjos de la Lonja. Fue verlos y decir, esto tengo que recrearlo. Siempre llevo una libreta y un lápiz en el bolso para apuntar lo que sea. Al final mi firma es el resultado de mis referencias personales, mi historia y lo que observo.
Valencia es entonces una gran influencia en tu trabajo…
Sin duda, además es algo que tengo super presente y que me motiva mucho también. Llevar a Valencia conmigo, crear marca Valencia y y conseguir que algún día mi ciudad esté orgullosa de mi.
¿Tienes idea en abrir alguna tienda y alguna de ellas en Valencia?
¡Ojalá! Cuando me propuse abrir la primera tienda valoré ambas ciudades, lo que pasa es que se dio antes la oportunidad en Madrid. Abrir en Valencia es mi sueño, mi capricho, y ojalá que en más sitios también. Pero quiero ir poco a poco. En una empresa vinculada a la artesanía el volumen de negocio es muy distinto si quieres estar en diseño y que todo crezca de la mano. Ahora por ejemplo también viene a una época muy guay en la que quiero viajar mucho, descubrir materiales, inspirarme en otras partes del mundo… Con mi madre, que siempre me acompaña en estos planes, al igual que mi hermana que está siendo un grandísimo apoyo para mi.
Ahora que estamos en temporada de celebraciones, ¿algún consejo para ser una invitada perfecta?
Es un tópico pero lo más importante diría que es sentirse a gusto con una misma. Y después apostar por cosas de valor, por artesanía, piezas diferentes. No seguir lo que se pone todo el mundo, divertirse con la moda y encontrar tu propio estilo.
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